Estas almas están condenadas a ser impelidas por un fuerte viento que las embiste contra el suelo y paredes, las agita y las hace chocar entre ellas sin descanso, de la misma manera que en vida se dejaron llevar por los vientos de la pasión.
En este círculo, Dante se encuentra a Cleopatra, Helena, Aquiles, París, Tristán, entre otros, que no controlarton el amor sensual durante su vida.
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